Documents d'Arqueologia Clàssica és una col·lecció del Seminari de Topografia Antiga, Grup de Recerca adscrit al Departament d’Història i Història de l’Art de la URV i a l’Institut Català d’Arqueologia Clàssica. Agrupa al voltant d'un programa científic unitari diferents investigadors especialitzats en l’estudi de l’urbanisme antic, l’arquitectura grega i romana, la investigació arqueològica en medis urbans, l’aplicació dels Sistemes d’Informació Geografica en Arqueologia i les fòrmules d'integració de les restes arqueològiques a la ciutat moderna.
En los 25 años que separan 1982 de 2007 se han efectuado, en el término municipal de Tarragona, un total de 1.342 intervenciones arqueológicas (excavaciones, seguimiento de obras, adecuaciones o documentaciones). Muchas de estas intervenciones han aportado información significativa sobre la planta de la ciudad antigua y en 2007 se reunieron en el volumen Planimetría arqueológica de Tarragona. Ahora este trabajo se centra en la recopilación de toda esta información para tratar de reconstruir un puzzle del que apenas se tiene el 10% de las piezas. Este volumen el primero de una serie de tres, presenta por primera vez el estudio profundizado y la reconstrucción científica de todos los grandes monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad.
Presentamos en este libro el segundo volumen que recoge el estudio de la Arquitectura y Urbanismo de Tarraco, la antigua capital provincial de la Hispania citerior o tarraconense.
Con este segundo volumen pretendemos completar la revisión de los datos arqueológicos disponibles para comprender el proceso de urbanización que siguió Tarraco hasta convertirse en una gran ciudad romana y a la vez capital de la más extensa provincia del Imperio Romano. El estudio nos ha permitido realizar el recorrido de su formación urbana a lo largo de más de siete siglos de historia. Fue un proceso complejo, que implicó la interacción entre tradiciones culturales de carácter muy distinto. El substrato estuvo formado por las poblaciones iberas conquistadas por Roma en el siglo II a.C. y por las tradiciones de los pueblos itálicos que acompañaron a los romanos en su expansión por el Mediterráneo. El contexto histórico fue el desarrollo de nuevas formas de comunidades cívicas, que sirvieran de instrumento para articular territorios y poblaciones muy heterogéneas en un único sistema político: la República Imperial Romana.